viernes, 6 de julio de 2007

Flashbacks de Donnie

Piii Piii Piii

El sonido del despertador despertó a Donnie, hoy era el día, después de varios meses esperando. Hoy era el día de dar el primer paso en su nueva vida, dejar todo atrás y volver a empezar.
Los billetes de avión hacia Los Ángeles estaban encima de la mesilla, allí empezaría todo de nuevo, allí podría olvidar todo. Donnie se levantó y se preparo para salir hacia el aeropuerto, ya tenía todas las maletas preparadas desde hace un par de días.
Por fin se acabaría todo, el continuo estado de nervios, sentir siempre como te están mirando aun estando solo en casa, pensar que cada día puede ser último, por fin todo puede cambiar.

Donnie estaba abriendo la puerta para recoger el periódico y leerlo antes de salir, pero en lugar del periódico encontró una carta. ¡No! Otra vez no; pensó Donnie que se sentó y se dispuso a leerla:

"No vas a conseguir escapar, sabemos que lo viste, no nos importa que te cambies el nombre, de residencia, ni siquiera de aspecto, allá donde estés te encontraremos, y vas a pagar por haber hablado.
Te pusimos las cosas muy fáciles, si te callabas, nada de esto hubiera pasado, pero no lo hiciste, hablaste, y por tu culpa tres de nuestros compañeros se están pudriendo en la puta cárcel, no puedes huir
"

Los nervios volvieron a invadir el cuerpo de Donnie, sus manos temblaban y apenas podía hablar. Desde hace tres meses, no había tenido un minuto de tranquilidad, vivía en tensión continúa, apenas descansaba por las noches,
dormía a base de pastillas. Todo por haber estado en el sitio equivocado en el momento equivocado y sobre todo, por haberlo contado. ¿Quién no contaría que había sido testigo de asesinato? Y encima de dos personas, dos médicos de una
clínica privada de investigación a la que asistió Donnie a llevar un paquete,
debido a que después de ser despedido de su antiguo trabajo, trabajaba en la construcción, le salió un trabajo en una empresa de mensajería. Pues debido a haber presenciado eso y a haber declarado como testigo anónimo, vivía amenazado.
Había cambiado de identidad, residencia… pero nada tuvo resultado, así que decidió cambiar de país,
para poder por fin vivir tranquilo y poder empezar de nuevo.